Mi nombre es Sailé; de profesión herrero, viajé a Grecia por un sueño que tuve y una vez allí, algo inexplicable sentí una voz que me llamaba e indicaba a dónde dirigirme. Me condujo a un lugar escondido en unas montañas, donde se decía que solo unos pocos habían logrado llegar, y muchos de ellos nunca regresaron; también se decía que los que lo hicieron aparecieron años después y muy diferentes a cuando se habían marchado. Al llegar a un sector de un camino en la ladera de la montaña algo me detuvo y rechazo la 1ª vez que intenté seguir mi camino, la misma voz interna me decía que si lograba concentrarme, podría pasar ese “algo”; me dijo que recordara todo lo aprendido, que esa sería la clave. Así lo hice y pase el obstáculo. Una vez que llegue al final de ese estrecho camino encontré gente de diferentes nacionalidades, todas con una sola idea: ser protectores.de la tierra -¿proteger la tierra?-pregunté – si, algo nos dijo que debíamos venir, para proteger la tierra, que unos lo lograrían y otros no-los miré y me limité a contestar- yo vine hasta acá solo para encontrar respuestas.-igual nosotros- me respondió una de las personas. Al frente había guardias armados con lanzas que no permitían a nadie seguir mas allá de ese lugar, pero tampoco se oponían a que estemos en el. Entonces una persona de blanco, enmascarada apareció y pasó por el medio de ellos, quienes le hicieron una reverencia. Miro a todos, luego me señalo y dijo que lo siguiera, me guió hasta una sala en la que había un trono, detrás de este sacó una caja metálica y me dijo:-esta caja ha estado reservada para alguien especial, de un lugar ya extinto. Tu no perteneces a ese lugar-entonces pensé – “¿y para que me llamó entonces?”-adivinando mi pensamiento la persona siguió - desde que llegaste ha estado “armonizando” de una manera diferente-concluyó. Podía sentir que algo dentro de esa caja estaba vibrando con un tono armónico, que me agradaba. La persona ahora se había puesto una túnica amplia, también blanca, y un yelmo dorado a en su cabeza. Me pidió que le contara todo sobre mí, y así lo hice, al finalizar comentó:-ahora entiendo, te haré una prueba, abriras esa caja-me señaló una caja metálica en un lado de la habitación- si esto es lo que yo pienso, pasas la prueba y todas tus dudas serán aclaradas. Pero si me equivoco y no es como espero, puede ser incluso fatal para tu persona…claro que tienes una 2ª opción: no abrirla, asegurar tu integridad física y ser colocado entre los guardias,…pero no se resolverán tus dudas.-. Me llevó ante la caja metálica, y dijo:-del contenido de esta caja depende tu futuro…-me dispuse a abrirla cuando me detuvo- sin embargo puedo sentir que aún no estás listo,- dijo. También comentó le resultaba extraño que un humano tenga un “cosmos” (¿?) como el mío; por ello pidió conocer sobre mis habilidades con los metales. Una vez terminé de mostrarle lo que podía hacer me dijo que debía entrenar más. Me dio una serie de ¿consejos? sobre los metales raros, los cuales no entendí para nada. Luego de ello me envió a un lugar en las montañas… ¡del Tibet!; una vez llegué allí me encontré con una torre (me dijo que así sería) y al pasar su puerta creí que solo tendría que sentarme, descansar del viaje, que fue agotador (sobre todo al tener que pasar a través de ese estrecho puente), y empezar a averiguar qué diantres hacía en ese lugar,…por el contrario me encontré por un lado, pilas de trastos los cuales logre adivinar como armaduras destruidas, y por el otro metales que eran de colores muy diferentes a los que conocía(supongo que a ellos se refería con “metales raros”). Ya sabía que debía hacer, ponerme a trabajar si quería tenerlas listas para la “inspección de rutina” que seguramente vendría.
Tardé 1 mes en entender en enteder como funcionaba la cuestión: no era que trabajaba mal, sinó que a las armadúras que reparé, les faltaba algo que yo no sabía que era. me habían dado unas herramientas de herrero un tanto extrañas ya que no se sentían como tales a pesar de su forma, y me advirtieron que solo usara estas en la reparación, ya que otras no funcionarían. Esto fue porque al mes de estar reparando una y otra vez las armaduras sin éxito, encontré, en medio de antiquísimas cosas, un gran libro. En él se detallaba el sistema de reparación de estas armaduras, además de tener esquemas para su posterior armado. También estaba escrito algo sobre dar parte de la fuerza vital, para revivír una armadura -¿revivír?, acaso tenían vida y murieron?, ¿y a que se refieren con “fuerza vital”?-todas esas fueron las preguntas que me hice. No fue sinó hasta que terminé de leer ese libro, que lo entendí (la mayor parte era solo la historia del lugar y como este fue objetivo de ataques en muchas épocas): la fuerza vital de la que hablaban era el cosmos (¿Qué es eso?), sin el no existe vida. Ahora bien, el cosmos no era algo que se pudiera incorporar tan fácil en un metal “muerto”, como lo denominaban al mismo en bruto, así que este debía ser previamente impregnado de algún elemento que contuviese cosmos (de nuevo, ¿que diantres es el cosmos?), de manera que la armadúra lo absorviese de a poco, sin que se perdiera gran cantidad de él. ESE elemento era la sangre, pero no cualquier sangre, sinó sangre de un guerrero de cosmos entrenado. (si no se que es, ¿Cómo diablos puedo entrenarlo?)–así que ese es el secreto,…bien- dije para mi(ya que estaba solo en ese lugar apartado del mundo)-si ese es el caso, yo no soy quien debe dar esa sangre, ya que ¡¡AÚN NO CONSIGO SABER QUE DEMONIOS ES EL COSMOS,… NI COMO ADQUIRIRLO!!....
Meses mas tarde me sentía diferente; sentía que era mas fuerte, mas veloz , y que podía hacer cosas que otros seres humanos no,…leyendo el libro un poco mas, entendí que pasaba,… había logrado despertar el cosmos; procedí entonces a dar mi sangre a las armadúras, pero en lugar de hacerlo todo de una vez como decían en el libro, tan solo dí 1 litro por semana, y cada semana a una armadura diferente(en total 40 y tantas semanas-una por armadura, sin considerar las de bronce que estaban en uso y la de Buril que estaba en el santuario-). Supuse que alguien vendría a relevarme del puesto en algún momento, ya que aún debía obtener la armadura en el santuario. Mientras, sigo esperando y dando mi sangre cada vez que puedo, como siempre a una armadura diferente.
bien, esta es la historia pedida, tuve que modificarla ya que a la anterior la hice como si hubiera tenido ya la armadura. Ahora solo espero el mensaje para regresar al santuario,y seguír con mi trabajo (una vez obtenida la armadura de buril, claro está).
Lun Oct 18, 2010 12:26 pm